CHERNOBYL: CATÁSTROFE PARA OCULTAR UNA MAYOR CATÁSTROFE
Todos conocemos a ese amigo de curiosidad disidente . Ese fan de las 'conspiranoias' que duda de las versiones oficiales al respecto de cualquier asunto delicado. Y duda porque la historia nos ha enseñado que suele haber motivos para dudar . Sobran los ejemplos. En 1986, cuando sucedió la catástrofe de Chernóbil, Fedor Alexandrovich era un dulce crío de 4 años. Como todos los niños ucranianos de las ciudades cercanas a la planta nuclear, Fedor fue evacuado, separado de sus padres y trasladado temporalmente a un orfanato a cientos de kilómetros de su hogar . Aquella experiencia le marcó para siempre. "Desde ese tiempo me he sentido extraño, diferente", reconoce Alexandrovich al comienzo de The Russian Woodpecker . Quizás tenga que ver el estroncio radioactivo que sigue instalado en sus huesos . O con la historia reciente de un país que lucha contra los fantasmas de un pasado que algunos están tratando de devolver a la vida . Sea com...